Hace unas dos semanas atras, nuestra esposa y madre participó en la organización y coordinación de una obra de servicio social destinada a recrear y jugar con los pequeños pertenecientes a un campamento conocido como "los areneros".
Fue una actividad intensa, en la que ella sirvió de coordinadora entre la organización social "Un techo para Chile" y un grupo de misioneros SUD (chilenos, peruanos, norteamericanos, entre otros) y jóvenes solteros de la misma iglesia (mormones).
Nuestro pequeño bebe Michelito también participó en esta actividad, pues su madre y padre consideran verdaderamente muy importante el involucrarlo desde la edad más temprana posible en toda iniciativa social y espiritual, sople de donde sople, que tenga como propósito el desarrollar valores de verdadera responsabilidad solidaria.
Sin duda que nos preocupa que nuestro hijo, junto con desarrollar y adquirir importantes nociones técnicas en el ámbito que él escoja, desarrolle también importantes aptitudes y habilidades humanas, dentro de las cuales figuran, desde luego, el amor y el desapego.
¿Cuáles serán los rostros que lleve él reflejados en su corazón?
¿Cuál será la imagen qué a él le infunda dirección y ánimo?
¿Cuál será su paradigma?
Por lo que a nosotros respecta, le propondremos las enseñanzas simples y el ejemplo de vida de Un Ancestral Maestro Galileo.
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